Me llamo Graciela Muñoz y me integré al grupo hace poquito, un mes. Todo empezó porque la fui a ver a Juana al Centro de Atención Local. Ella estaba pintando y me dijo que lo hacía como parte de las actividades que venía realizando con un grupo de pensionadas. Entonces yo le comenté que también pintaba y ella me invitó a participar del grupo.
En este momento estoy tramitando una pensión por invalidez porque tengo hernia de disco y artritis y las actividades que realizo en el centro de pensionados hace que me olvide de mi enfermedad. Acá tengo lugar para realizar actividades que no puedo hacer en mi casa. Nos juntamos dos veces por semana, y espero con ansias que llegue el día de reunión porque nos distraemos, conversamos. Además, ayudamos a muchos chicos y a gente mayor, a mí me gusta mucho ayudar. Yo he hecho trabajos de geriatría, se cómo tratar a los abuelos, hay muchas falencias en el trato hacia las personas mayores. Entonces aporto mi experiencia, cosas que he vivido con los abuelos, y trabajamos para ver si podemos hacer cosas por ellos. Lo que nos sobra es energía.
Mi nombre es Ana María Obregón, fui una de las primeras en participar del grupo. El grupo surgió cuando fuimos a recibir las credenciales al CAL. En mi caso, es mi hija la que tiene una discapacidad. En nombre de ella yo vengo a hacer algo. Esto para mí, además, es un tiempo de escape, un espacio de relax, porque es muy difícil el día a día, necesito seguir en pie para estar bien. En esa primera reunión empezamos a contar qué sabíamos hacer cada una. Diego Zehringer nos contó que en otro lugar habían armado un grupo de folclore y les había ido muy bien. A todas las mujeres que escuchamos nos pareció buena idea. Eso fue un jueves, y al martes siguiente hicimos nuestra primer reunión, le pusimos nombre al grupo, creamos un logo, y proyectamos actividades.
Cada una sabe hacer algo específico…está quien sabe hacer mate, la que nos hace reír, la que aporta ideas para hacer tarjetas, cada una tiene su trabajo dentro del grupo. Y cada una en su casa tiene algo para aportar. Porque no disponemos de dinero, entonces cada una aporta lo que puede. Yo por ejemplo se cortar, tejer, tengo telas...es lo que aporto al grupo. Nos respetamos, somos unidas, las diferencias las arreglamos en el momento, y después seguimos trabajando. Se puede hablar todo en el grupo, parecemos todas hermanas. Si alguna de nosotras falta a una reunión por algún problema de salud, nos mantenemos en contacto por Facebook, nos preocupamos mucho por las otras.
¿Qué actividades realiza el grupo?
Hacemos muchas cosas para eventos, para agasajar a la gente que tiene discapacidad…queremos hacer que ellos sientan que valen, que son importantes, que siempre estamos pensando en ellos, que se sientan importantes, porque realmente lo son, trabajamos con la inclusión…creemos que lo importante no es sólo el acceso a la pensión sino tratar de incluir a los pensionados a otro nivel, darles participación, porque todos saben hacer algo, entonces hay que darles espacio…el secreto es incluir.
También nos juntamos para los cumpleaños, nos gusta festejar, no nos privamos de nada, hacemos comidas a la canasta…Y cuando falta alguna nos preguntamos qué le habrá pasado…cuando alguna de nosotras está mal, entre todas la levantamos…somos como una familia, es lo mejor que me ha pasada en lo personal.
¿Que expectativas tienen para el futuro?
Para el futuro tenemos muchos planes. Desde el Ministerio de Desarrollo Social nos han otorgado máquinas de coser. Ahora tenemos pensado armar un taller para arreglar ropa para donar; a nosotros nos donan ropa y acá la arreglamos…uno de los lugares donde tenemos pensado llevar la ropa es para la gente que trabaja en el puerto…nunca alcanza lo que se puede donar…. También restauramos juguetes. El CAL ya está establecido como un lugar de referencia para recibir cosas.
Otra idea es vender ropa hecha por nosotras, almohadones, cortinas, lo que sea, para poder recaudar fondos para el grupo. Yo en mi casa, por ejemplo, tengo toneladas de tela y también máquinas, pero no me alcanza el tiempo para usarla. Entonces la idea es enseñarle a las otras mujeres moldería y costura, porque los saberes hay que transferirlos a otros, a mí me llevó toda la vida aprender, y con la práctica es como se aprende. Entonces ver cómo ampliamos ese taller…y por ahí llegar ser como una pequeña cooperativa…por ejemplo alguna de nosotras necesita remedios, entonces con las ventas tendríamos dinero para cubrir pequeñas necesidades, es un proyecto grande a largo plazo, es nuestro sueño.
